28.2.12

Respuesta al primer argumento de Sepúlveda

Escritor: Fray Bartolomé de las Casas 
Año: 1553-1556
País: España
Género: Ensayo

Frase inicial:
“Dios, pues, autor de toda criatura, no despreció a estos pueblos del Nuevo Mundo de tal manera que quisiera que estuvieran faltas de razón y los hiciera semejantes a los animales hasta el punto que se les aplique con razón el calificativo de bárbaros, fieros y salvajes brutos, corno ésos piensan y fingen, sino que, por el contrario, tales gentes son de tal mansedumbre y modestia que más aún que las demás gentes del mundo están muy dispuestas y preparadas a abandonar la idolatría y a recibir en sus provincias y poblados la palabra de Dios y la anunciación de la verdad.”

Las Casas nos presenta su respuesta al primer argumento que presenta Sepúlveda: la barbarie. El cuestionamiento de Las Casas es ¿a qué tipo de bárbaros se refiere Sepúlveda? La respuesta la da identificando las clases de bárbaros que se conocen, los cuales establece en cuatro puntos.

La mirada más cercana, en cuanto más filantrópica, de Las Casas a los nativos permite acercarnos al fray y hasta pasar por alto su origen español como ha sido pasado por alto, aunque con otro sentido el origen español de los mexicanos.

Históricamente, los mexicanos han rechazado su orígenes españoles por cuanto se rechaza un periodo que de ninguna manera se quiere volver a vivir. Los españoles, al menos de aquella época, también han visto en los nacidos en la Nueva España, a seres distintos de los europeos, los americanos son el otro en el que no se quieren ver.

En el intento que hace Las Casas por acercar la idea de los indígenas a la idea de humano del europeo, desde mi punto de vista, despoja a los nativos del carácter de adultos y justifica paternalmente.

24.2.12

Sobre el dominio de los indios y la guerra justa. Cuestión IX

Escritor: Fray Alonso de la Vera Cruz 
Año: 1553-1556
País: España
Género: Ensayo

Frase inicial:
“Cuestión novena: Si tiene el sumo pontífice la potestad suprema.”

El Papa para estos efectos es sucesor de la misión asignada al apóstol Pedro indicada con las palabras de Cristo —a quien se le toma como Dios—:  “apacienta mis ovejas” —y que de tal metáfora se puede concluir según convenga—. Así, Alonso nos representa un Papa cuyo juicio no puede ser cuestionado y cuyo deber es mantener, y en tal caso convertir usando los medios necesarios, al cristianismo a “los hijos de Dios”; en el ejercicio de este deber es necesario proteger a los predicadores de la fe, y más tarde a aquellos que se han convertido, de los agravios que puedan cometer los infieles para lo cual es necesaria una paga a los defensores —que, convenientemente, deberán cubrir los nuevos fieles—.

Notas sobre la historiografía

Escritor: José Gaos
Año: 1960
País: España
Género: Ensayo

Frase inicial:
“La palabra ‘historia’ tiene en español dos sentidos.”

Gaos nos invita a la reflexión sobre aquello que consideramos historia, el tiempo relativo y la forma ilusoria con que se a perseguido la objetividad en la narración de lo histórico.

La indagación sobre lo histórico no es sino la indagación sobre la identidad, todo aquello que se selecciona como eventos históricos y la manera en como son expuestos siempre se hace desde el presente y con una escala valorativa. No hay nunca, ni por asomo, objetividad. Elegir es un acto de valoración, es  un acto subjetivo.

El pasado, nos dice, sólo se comprende desde el presente. La forma en que se mire al pasado hoy de ninguna manera será la misma en como se le mire mañana. El presente es la realidad desde donde se presentan y se presencian todas las demás realidades.

No hay mas que una historiografía, inasible. Cada historiador es, entonces, un filtro mediante el cual apenas vemos un destello de todo cuanto ha pasado.

21.2.12

Demócrates segundo o de las justas causas de la guerra contra los indios

Escritor: Juan Ginés de Sepúlveda 
Año: 1550
País: España
Género: Ensayo

Frase inicial:
“Si es justa ó injusta la guerra con que los Reyes de España y nuestros compatriotas han sometido y procuran someter á su dominación aquellas gentes bárbaras que habitan las tierras occidentales y australes, y á quienes la lengua española comúnmente llama indios: y en qué razón de derecho puede fundarse el imperio sobre estas gentes, es gran cuestión, como sabes (Marqués ilustre), y en cuya resolución se aventuran cosas de mucho momento, cuales son la fama y justicia de tan grandes y religiosos Príncipes y la administración de innumerables gentes.”

Sepúlveda usa extensamente el calificativo de bárbaros para referirse a los indígenas, su posición se ve completamente por encima de los conquistados y con este menosprecio establece la legitimación de la guerra hacia ellos; en la guerra un hombre puede deleitarse como «indicio de su ánimo varonil y esforzado» y tener la esperanza de obtener con ello un bien mayor y de que «se restablezca las prístina e innata parsimonia de las costumbres patrias».

La primer legitimación es el derecho a defenderse y después la de defender la sociedad humana o civilización, como la conciben los españoles de la época.

La mayor prueba de la barbarie de los nativos de la Nueva España la encuentra Sepúlveda en los sacrificios y en la veneración del demonio y por ende la mejor justificación de la conquista.

13.2.12

Sobre los indios (pte. 1)

Escritor: Francisco de Vitoria
Año: 1532
País: España
Género: Ensayo

Frase inicial:
“El texto que ha de comentarse es el de San Mateo: Enseñad a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.”

Leer autores del siglo XVI (cuando se inicia la época colonial en México), desde el México de 2012, puede resultar difícil pues la posición e intereses de tales pensadores no son los mismos que pudiera tener una mexicana que creció con el discurso de que “los españoles son los otros, el enemigo que nos quitó nuestras riquezas y cultura”. ¿Cómo no incomodarse ante la protección de los intereses de los conquistadores encubierta por discursos teológicos donde la caridad, eje de la religión en el poder, es quizá la incomodidad que les lleva a buscar una justificación? Es necesaria pues la seguridad de conciencia en materia dudosa, nos diría Vitoria.

Habla Vitoria sobre si los indígenas tenían derecho de propiedad, discurre sobre los motivos por los cuales pudiera carecerse de tal derecho: pecado, infidelidad, falta de razón; y si ese derecho es divino o natural. En tema de justificación sobre el dominio español sobre pueblos de bárbaros,  Vitoria trae a cuenta a Aristóteles y nos dice que es conveniente para algunos que no se pueden gobernar, que sean otros mejor dotados de razón quienes los gobiernen y para los españoles hay dos autoridades ya establecidas: el Papa (cuidador de los espiritual que puede intervenir en lo político si el asunto fomenta el pecado) y el Emperador (figura que imita a Dios).

Siempre se pueden justificar las acciones, pero ello no implica que se pueda uno exonerar de la responsabilidad de las consecuencias.